martes, 14 de febrero de 2012

Catorce de Febrero, hoy.

Sabes…

Anoche me acosté con la inútil sensación de que el celu vibraría y leería tu nombre en la pantalla… Sin embargo no fue así, y solo hoy en la mañana lo descubrí, lo lamente y me afligí. Es inevitable pensar y que el corazón se me vuelva a alterar en un día como hoy, y no solo porque en cada canal de la Tv afloran los corazones rojos, las parejas felices, los panoramas y “Amor”, ”Amor”, “Amor”. O porque solo basta conectarse un poco a internet para ver que la felicidad y los preparativos en pareja se multiplican en nombre del Amor. O incluso Google con un inocente videíto me recuerda que hoy no tengo más que pasear solo por las calurosas calles de Santriago, u ocultar mi frustración y mi pena entre el ruido de las máquinas de la casa en construcción. Sino también y lo más importante para mí, es que hoy es tu Santo. Ese que el verano pasado te cante con un desayuno en la cama y un corazón de Chubys después de una noche de cena romántica inolvidable, y ese que intenté en los años anteriores, retomar la tradición de tu tata regalándote chocolates, “vizzios”... Que impotencia el no poder llamarte, que impotencia el no poder mandarte un mensaje sin pensar que lo único que consigo, es achacarte o cagarte la onda, que impotencia es no poder hacer que leas esto solamente para que sepas que No te odio, que aunque me trates de lo peor y me tires piedras ya de frente para que me aleje, sigo viéndote a través de esa carcaza, esa que vi hace casi cuatro años… Que impotencia el no poder hacerte saber todo, todo lo que pasa por mí, todo lo que he aprendido, lo que he vivido, lo que podríamos hacer, todo lo posible…

Sin duda que el día del Amor no existe, y eso sí que podríamos decir que es un invento del capitalismo de derecha, muchas veces lo hablamos. Pero es increíble la enorme necesidad, lo penoso, lo triste que puede resultar ser un simple día para mi bajo estas condiciones. Lo inútil que es llegar a fingir que nada me pasa, y que quisiera darlo todo. Todo por retroceder el tiempo, por levantar la mirada, por tener la fuerza para ponerse de pié y seguir adelante buscando proyectos, pero… ¿Cómo hacerlo si cada nueva experiencia la quiero compartir contigo? ¿Cómo hacerlo si en el fondo la sensación de magia de tu interior sigue fresca en la esperanza de volver a escucharte reír sin que busques una discusión o que te odie? ¿Cómo dejar de pensar en que cada canción, cada palabra, cada perro en la calle o cada rincón de mi vida está con tu aroma? En conversaciones con mi tío, me recomendó escribirte cartas y romperlas, o nunca entregarlas… quizás esto es algo como eso, poder expresarme o desahogarme con el silencio, con la nada, o aun peor, solamente conmigo…

Hoy camino por inercia, pero camino. Entre parejas enamoradas y caritas felices, pero camino. Envidiando, necesitando, soñando inútilmente, pero caminando. Las cosas definitivamente no son como uno quiere o como le gustaría que fueran, sin embargo, si nuestros caminos se separan de forma total y definitiva, sin incluso esa inevitable acción de abrir aunque sea para ver tu foto de perfil en el face, o de pensar que me podría llegar un mail, o de no querer botar y sacar nada…Si definitivamente nuestros caminos se separan así. Siempre te Ame, aunque lo quisiste, no conseguiste hacerme odiarte y hoy, te recuerdo, te necesito, te Quiero, e incluso te Amo. No en el día de los Enamorados, hoy Te sedeo un Feliz Santo.

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